Empiezo hoy este blog así, sin saber nada, soy una principiante, estoy practicando, aprendiendo, necesitaré ayuda…
Lo aviso desde el principio, tengo ideas bastante peregrinas, la principal de ellas, la que me guía es que el bien triunfa sobre el mal, lo arrasa, lo sepulta, incluso con el tiempo, el bien acaba borrando el mal.
Cuidado, sin mal no hay bien.
Sí, para saber lo que son las cosas hay que saber lo que no son. Quizá así sea posible entender el mal, como camino hacia el bien?
vamos, que como dice el refrán “no hay mal que por bien no venga”
“…incluso con el tiempo, el bien acaba borrando el mal.” Yo también peregrino por ahí, pero a veces ese tiempo del mal es tan largo que el suelo tiembla bajo tus pies tambaleando al peregrino, amiga. Así que, cuando el bien llega, lo acoges con tantas ganas que deseas vengarte del mal y ese es el peligro: el peregrino puede transformarse en el mal. Paciencia siempre.
David dice que no hay mal que por bien no venga. Así que imagina responder un mal, una afrenta, un desprecio… con un bien, una palabra amable, una sonrisa, un favor… La venganza así es más bonita, el respondido se queda flipado y es consciente de su capullez, el que se venga amablemente se queda tranquilo y feliz. El mal queda sepultado!